La conquista, dominación y apropiación del conteniente americano, de sus recursos y la opresión y explotación de sus pueblos, son procesos que se resisten a clausurar el pasado y por tanto reavivan las cicatrices de nuestra sociedad y en particular de nuestras luchas. Este pasado que no termina de pasar, lejos está de ser identificado como constitutivo de una memoria osificada, sino que por el contrario se inscribe en el campo de lucha por la memoria.
Este combate por la historia revitaliza la posibilidad de pensar en la necesidad de dar continuidad a las luchas por la liberación de nuestro continente de toda forma de dominación y explotación imperialista.
El fundamento que sostiene nuestra pelea en este presente está dado por la toma de conciencia histórica acerca de que el pasado no está muerto, sino que opera en el presente a fin de revitalizar y resignificar nuestras luchas de hoy y de mañana.
Pasado, presente y futuro se entrelazan a fin de constituir una dinámica de la historia en las que la lucha de clases es el motor fundamental de las transformaciones revolucionarias que nuestros pueblos necesitan.
Desde la educación y desde nuestro rol de docentes tenemos mucho que decir respecto del pasado, debemos correr el velo que oculta la opresión a fin de impugnar el orden social presente, continuador de aquél iniciado en 1492, revitalizando el carácter revolucionario de una memoria histórica que active las luchas del presente por las transformaciones futuras.
Las luchas de nuestros pueblos originarios por ser reconocidos como sujetos de un proceso histórico inacabado, en busca de la restitución de derechos inalienables que se enraízan en la posesión, uso y tenencia de la tierra como comunidades solidarias, nos reafirman en la necesidad de pensar la propiedad privada como generadora de desigualdades sociales que sirven de base a la explotación de nuestra clase trabajadora.
En suma, el 12 de octubre puede y debe servirnos como pretexto para pensar y pensarnos como sujetos agentes y herederos de una lucha que no termina y que se revitaliza en cada rememoración en la que nos volvemos a preguntar por la necesidad de proponer la lucha por la restitución y construcción de una sociedad sin explotación, con justicia, igualdad y condiciones dignas de vida para todos nuestros pueblos hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario