viernes, 17 de septiembre de 2010

Gabriel García Márquez

  • Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía.

  • La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

  • Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.

  • El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

  • Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.

  • La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.

  • En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

  • No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.

  • No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.

  • El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.

  • El amor se hace más grande y noble en la calamidad.

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