En la bruma violeta propia del cielo del planeta Ganímedes recién colonizado, el destello de la supernova que muere en el corazón de la nebulosa del Cangrejo lanzan misteriosas señales en código. Aquí abajo una lanza, una cuchillada que rasga el corazón de las tinieblas de un invierno nuclear, sonrisa inmarcesible, purisima aurora boreal de cuando el eje de mi Tierra se inclinó hacia tu centro de gravedad.
En la bruma violeta propia del cielo del planeta Ganímedes recién colonizado, el destello de la supernova que muere en el corazón de la nebulosa del Cangrejo lanzan misteriosas señales en código. Aquí abajo una lanza, una cuchillada que rasga el corazón de las tinieblas de un invierno nuclear, sonrisa inmarcesible, purisima aurora boreal de cuando el eje de mi Tierra se inclinó hacia tu centro de gravedad.
ResponderEliminarHace rato que no me acordaba de esta fotografia. Que calor esa noche. Que noche tan corta. Saludos, siempre
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